LA SEXUALIDAD

Es increíble que por estos tiempos donde la sociedad supuesta mente esta tan avanzada y  el intelecto tan abierto la educación sexual es la virosis que corroe nuestro afligido mundo por falta de una conciencia plena de nuestra semilla. Realmente el humano está condenado a desaparecer; es una vergüenza que los padres de familia tengan que incluir en la canasta familiar los anticonceptivos, preservativos, juguetes sexuales y otras cosas más para sus hijos porque no tiene una educación apropiada; sus padres, sus educadores y la sociedad desconoce ese principio vital.

La sexualidad es el valor de todos los principios morales, espirituales para una sociedad limpia y educada; pero que se puede esperar de esta humanidad corrompida y degenerada donde hasta el más poderoso es esclavo se sus propias aberraciones que no lo dejan ver más allá que su propia ignorancia.

Es inaudito que tengamos que aceptar una educación sexual equivocada para nuestros hijos, llena de complacencia por parte de los educadores, psicólogos y padres de familia donde se recomienda la masturbación y otras degradantes formas de utilizar el sexo dizque para formar mejor la personalidad.

Esta sociedad llena de prostituciones, homosexualismo, lesbianismo y toda clase de aberraciones que empañan nuestro mundo será el fin de una raza caduca y degenerada que jamás podrá tener un mejor porvenir.

Necesitamos con urgencia una educación sexual superior es decir una supra sexualidad donde el individuo regenere el cuerpo, sus órganos, su mente, todos los principios éticos, morales y espirituales; necesitamos renunciar a nuestras equivocaciones y decidirnos por el camino de la regeneración de todos los principios y  valores si es que no queremos sucumbir.

Ya sabemos que el sexo es piedra de tropiezo y roca de escándalo esto sucede por el mal uso que hacemos de él. (Piedra, PTR, Pedro). Y tú eres Pedro y sobre esta piedra edificare mi iglesia por eso se constituyo la pareja hombre mujer el matrimonio, uno que ama mucho y el otro que ama mejor.

“Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador” efesios cap. 5 v. 23